Granada


ORIGEN Y VARIEDADES




Se sabe que el granado era cultivado en tiempos muy remotos porque se han encontrado indicios del consumo de esta fruta en tumbas egipcias de 2.500 años antes de la era cristiana. Se cree que los cartagineses introdujeron el granado en la región mediterránea a raíz de las guerras Púnicas, de ahí su nombre propuesto por Linneo: Punica granatum. Teofrasto describió este árbol alrededor del año 300 a.C. y Plinio se refirió a él como uno de los frutales más valiosos.





La granada es una fruta arbustiva oriunda de los países del este de Europa (Costa Dálmata y Grecia) y Oriente (Palestina, Irán, Afganistán, Paquistán), es decir, su origen se extiende desde los Balcanes hasta el Himalaya. Actualmente, su cultivo está extendido por diversos países de Europa, Asia y América, siendo destacable en países como Afganistán e Irán, con variedades especialmente perfumadas y sabrosas, Israel, Brasil y California. España es uno de los principales productores del mundo y el mayor exportador europeo. La superficie actual de granado en España supera las 2.500 hectáreas, con una producción próxima a las 20.000 toneladas. Las variedades más producidas en España, sobre todo en Andalucía y la zona levantina (Alicante y Murcia) son: Grano Elche, que madura entre octubre y noviembre, y Mollar de Játiva o Mollar de Valencia, de recolección más temprana, con unos precios de venta generalmente más elevados, debido a la escasez de producto en la época de recolección.



SU MEJOR ÉPOCA



Aunque las granadas empiezan a aparecer en los mercados a mediados de septiembre, es entrado el otoño cuando esta fruta nos ofrece sus granos en toda su plenitud, y se mantiene hasta finales de enero. La granada se debe de recolectar antes de que madure completamente, si no es así, el fruto explota en el árbol. El grosor de su piel hace posible almacenarlas durante meses y que resista bien el transporte.



CARACTERÍSTICAS



Forma: es una baya denominada balausta, de forma redonda.



Tamaño y peso: lnormalmente su diámetro oscila entre los 70-90 milímetros o más.



Color: se dan distintas gamas que van del rojo brillante al verde amarillento o al blancuzco.



Sabor: el interior de la granada está dividido por medio de una membrana blanquecina donde cada receptáculo alberga numerosas semillas de color rosa o rojo de sabor agridulce que recuerda ligeramente al de las grosellas.





CÓMO ELEGIRLA Y CONSERVARLA





Conviene elegir la fruta sin cortes ni magulladuras. Una granada de calidad se presenta ausente de grietas de crecimiento y sin arrugas en la piel, que pueden ser una consecuencia de retraso en su recolección. Es muy importante que la piel esté dura y tersa y que tenga un color vivo con matices marrones. Hay que elegir los ejemplares de buen tamaño y de elevado peso respecto a su tamaño. Se puede abrir cuando la cáscara adquiera un tono pardo. Las granadas se mantienen en buenas condiciones durante varios días si se conservan a temperatura ambiente. Si no se van a consumir inmediatamente, es preferible guardarlas en el frigorífico, y así se alarga su vida útil unas tres semanas.







Composición por 100 gramos de porción comestible

Calorías 31,8





Hidratos de carbono (g) 7,5





Fibra (g) 0,2





Vitamina C (mg) 5,7





Provitamina A (mcg) 3,5





Potasio (mg) 275





Magnesio (mg) 3





Calcio (mg) 8





mcg = microgramos





PROPIEDADES NUTRITIVAS





Es una fruta de muy bajo valor calórico debido a su escaso contenido de hidratos de carbono. El componente mayoritario es el agua y en lo que se refiere a otros nutrientes, tan sólo destaca su aporte mineral de potasio. Este mineral es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula. Otros componentes destacables son el ácido cítrico (de acción desinfectante, alcaliniza la orina y potencia la acción de la vitamina C), málico, flavonoides (pigmentos de acción antioxidante) y los taninos. Estos últimos son sustancias con propiedades astringentes y antiinflamatorias. Algunas de las acciones de los taninos son secar y desinflamar la mucosa intestinal (capa que tapiza el interior del conducto digestivo), por lo que resultan eficaces en el tratamiento de la diarrea. Los taninos se reconocen rápidamente por la sensación áspera que producen al paladar.





EN RELACIÓN CON LA SALUD








Una vez desgranada, comer los granos puede ser una tarea divertida para los más pequeños, consumida como fruta fresca o como ingrediente de ensaladas para variar al máximo los hábitos dietéticos de los más pequeños.



Por su bajo contenido en calorías e hidratos de carbono, su consumo lo pueden contemplar quienes siguen una dieta de adelgazamiento y las personas con diabetes.



Los taninos que contiene esta fruta le confieren la propiedad astringente y antiinflamatoria en las mucosas del tracto digestivo. La corteza (malicorium) y los tabiques internos son las partes del fruto que más cantidad de taninos presentan. Por ello, el consumo de granada está indicado en caso de diarreas infecciosas, cólicos intestinales, flatulencia (exceso de gases) y estómago delicado. La corteza del fruto y las láminas o tabiques internos que separan cada grano poseen alcaloides con propiedades vermífugas, por lo que son muy eficaces para expulsar la tenia y las lombrices intestinales. Las cualidades antisépticas y antiinflamatorias que se le atribuyen a esta fruta, también se basan en su contenido en ácidos como el ácido cítrico y málico, responsables de su agradable sabor acidulado. El ácido cítrico favorece la eliminación de ácido úrico y sus sales a través de la orina, por lo que el consumo de granada es muy adecuado en caso de hiperuricemia o gota y litiasis renal por sales de ácido úrico.



La granada también contiene flavonoides, pigmentos vegetales responsables del color rojizo de sus granos, de acción antioxidante y antiséptica. Dichos componentes tienen la capacidad de captar radicales libres nocivos para el organismo, por lo que el consumo de granada contribuye a reducir el riesgo de enfermedades degenerativas, cardiovasculares y de cáncer.



Así mismo, por su elevado contenido en potasio y bajo en sodio, resultan muy recomendables para aquellas personas que sufren hipertensión arterial o afecciones de vasos sanguíneos y corazón. No obstante, su consumo deberá tenerlo en cuenta las personas que padecen de insuficiencia renal y que requieren de dietas especiales controladas en este mineral. Sin embargo, a quienes toman diuréticos que eliminan potasio y a las personas con bulimia; debido a los episodios de vómitos autoinducidos que provocan grandes pérdidas de este mineral, les conviene el consumo de granada.

CÓMO PREPARARLA








Uno de los mayores problemas que presenta la granada al consumirse es la extracción de los granos de su envuelta interior. Una forma fácil de extraer los granos de las granadas consiste en partir la fruta por la mitad, coger media granada, apretar un poco para que se aflojen los granos, y sobre una fuente o plato, con el corte hacia abajo, se la golpea en la piel con el mango de un cuchillo grande (o similar) mientras se le va dando vueltas con la mano.



Otro procedimiento es el siguiente: extraer el extremo del cáliz haciendo un cuadrado con 4 cortes de cuchillo; desde cada una de las esquinas de ese cuadrado, hacer un corte poco profundo (que no toque los granos o muy poco) que descienda hasta el pedúnculo del fruto, en el extremo opuesto. En total 4 cortes. Separar en 4 gajos el fruto y desgranarlo. A continuación, hay que eliminar todas las pieles blanquecinas porque tienen un sabor amargo.



Otro procedimiento es el siguiente: extraer el extremo del cáliz haciendo un cuadrado con 4 cortes de cuchillo; desde cada una de las esquinas de ese cuadrado, hacer un corte poco profundo (que no toque los granos o muy poco) que descienda hasta el pedúnculo del fruto, en el extremo opuesto. En total 4 cortes. Separar en 4 gajos el fruto y desgranarlo. A continuación, hay que eliminar todas las pieles blanquecinas porque tienen un sabor amargo.



Los granos de su envuelta interior. Una forma fácil de extraer los granos de las granadas consiste en partir la fruta por la mitad, coger media granada, apretar un poco para que se aflojen los granos, y sobre una fuente o plato, con el corte hacia abajo, se la golpea en la piel con el mango de un cuchillo grande (o similar) mientras se le va dando vueltas con la mano. Otro procedimiento es el siguiente: extraer el extremo del cáliz haciendo un cuadrado con 4 cortes de cuchillo; desde cada una de las esquinas de ese cuadrado, hacer un corte poco profundo (que no toque los granos o muy poco) que descienda hasta el pedúnculo del fruto, en el extremo opuesto. En total 4 cortes. Separar en 4 gajos el fruto y desgranarlo. A continuación, hay que eliminar todas las pieles blanquecinas porque tienen un sabor amargo.



Los granos de esta fruta se pueden usar en la elaboración de distintos postres como la macedonia; junto al melón y la frambuesa forman parte del combinado conocido como "frutas de la pasión". Los granos macerados con miel, zumo de limón o mosto de uvas tienen un sabor delicioso. La pulpa que envuelve las semillas, mitiga la sed, porque tiene un sabor azucarado con matices agrios, muy agradable. También se emplean para elaborar helados, gelatinas, mousses y cremas. En la Alpujarra de Granada, se hace una ensalada con lechuga y granos de la fruta espolvoreados por encima de las hojas verdes. En los países árabes se elaboran unas tortas de mazapán con abundante recubrimiento de los granos, que también utilizan para relleno en algunos guisos. Los turcos preparan una crema de arroz con almendras, denominada "keskul", a la que añaden algunos granos de granada. En otras cocinas orientales se aderezan con los granos ciertos huevos al plato y el sabor resultante es algo picante.



El jugo que se obtiene de esta fruta denominado granadina, es muy refrescante y posiblemente sea su producto comercial más conocido. Se emplea para hacer jarabes, confituras y helados. Se puede tomar solo o mezclado con otros zumos como piña o limón. La comercialización de la granada como producto de cuarta gama y su uso en la fabricación de mermeladas, jaleas, confituras, zumos, etc., está adquiriendo cada día mayor interés.

No hay comentarios:

Publicar un comentario